CUANDO EL MARKETING LE GANA A LA SEGURIDAD
Por Alberto Fiandesio
Del sitio Surtidores.com:
Delivery de combustibles: ¿Se abre la puerta a nuevos mecanismos de comercialización?
Esta semana YPF sorprendió con el lanzamiento de FILLER, un nuevo servicio de carga de combustible inteligente que permite a los clientes cargar INFINIA sin moverse de su casa.
En primer lugar cabe preguntarse: ¿Debe la Secretaría de Gobierno de Energía regular este tipo de actividades?
Antes de contestar a la pregunta reflexionemos acerca de la cantidad de regulaciones en materia de seguridad, sobre el expendio de combustibles, que existen a nivel federal, provincial y municipal.
¿Esas regulaciones son directamente aplicables al “servicio de carga inteligente” en el domicilio de los clientes?
A priori diría que no.
Cuando uno ingresa a una estación de servicios se empieza a mover una maquinaria operacional que hace que el expendio sea lo más seguro y ambientalmente amigable posible.
Por ejemplo, la cartelería prohibiendo fumar en la estación o impidiendo el uso de los celulares.
Supongamos que el camión cisterna que lleve el combustible tenga toda esa cartelería (cosas como ésta es sobre lo que hay que legislar), me pregunto: ¿Se puede obligar a una persona a no realizar una acción determinada en su propia casa?
Otro sí digo: ¿Se puede cargar el combustible en el garaje de la casa? Diría que no. Sobre esto hay que legislar.
Se mencionan pruebas piloto en “barrios cerrados”. La administración de esos barrios: ¿no tiene nada que decir? Pues les aviso que van a circular por sus calles de máxima 20 km/hora unos camiones cisterna transportando nafta (¿y gasoil grado 3?).
El Ingeniero Roberto Asato, ya fallecido, y generador de una gran parte de la legislación vigente en materia de seguridad en todo el downstream petrolero tendría mucho más que decir al respecto. ¿Habrá alguna persona que haya reemplazado a Roberto en esa función en la Secretaría de Gobierno de Energía?
El autor de este análisis no reniega de la modernidad, ni del marketing, ni de la utilización de nuevas herramientas para fidelizar el consumo, pero no debe ser realizado a expensas de la seguridad.
Se exige rejilla perimetral a las estaciones de servicio. ¿y en el patio de la casa del barrio cerrado, no?
Recordemos que hace ya muchos años se eliminaron los antiguamente famosos “surtidores públicos”, ubicados generalmente en las plazas de las ciudades o pueblos. Todo eso en función a la seguridad operacional que requiere este proceso.
También se prohibieron (y cerraron) los muy numerosos surtidores ubicados en los estacionamientos para automóviles en todo el país. Todo por la seguridad.
Creo que al que se le ocurrió la idea debiera pensar en su hijo andando en bicicleta por las callecitas del barrio mientras que le pasa cerca un camión que transporta nafta. Eso sí. Nafta grado 3. Que es más rentable.
De paso, ya que hacen delivery de naftas, que manden una de muza.
Muchachos. A pensar en otra cosa.