Por Alberto Fiandesio – Septiembre de 2022

Con motivo de la publicación, en el portal especializado “El Estacionero”, del informe “La Secretaría de Energía notificó a las EE.SS. la obligación de información por única vez”, recordamos la génesis de la Resolución SE N° 1104/2022 y las discusiones que se suscitaron alrededor de su redacción.

Específicamente, sobre la obligación de informar precios que abarca a la totalidad de estaciones de servicio del país el que escribe esta nota tuvo una visión distinta a la que finalmente privó.

Nos parecía, y nos sigue pareciendo de una inutilidad extrema, por varias razones:

  1. El universo, de más de 3.000 estaciones (ni siquiera este número es confiable) es incontrolable. Ni siquiera un sistema informático muy moderno lograría el chequeo de la totalidad de los datos solicitados (precios y volúmenes para cada producto, mensualmente).
  2. Si no se puede controlar, no se pueden sacar conclusiones estadísticas definitivas. Y se supone que la información se pide para que tenga utilidad en la toma de decisiones políticas sectoriales.
  3. Por ejemplo, supongamos que en una determinada provincia, o municipio o ciudad, un mes informan 100 estaciones y al mes siguiente, por lo que fuera, informan 90 estaciones. ¿El valor estadístico real cuál es? Si al mes siguiente informan 110 estaciones estamos en la misma situación. En definitiva, al no poder controlar la presentación de cada estación, es imposible que el sistema tenga utilidad.
  4. Para el consumidor tampoco sirve porque es una información ex – post, no en línea. Se presenta varios después del mes anterior.
  5. Y no vamos a incursionar sobre lo difícil, tedioso, poco amigable, que resulta el manejo de una base de datos que se está haciendo de una dimensión enorme para lo que sería una operación normal.
  6. Tampoco se detectan los errores de carga. La venta promedio de una estación puede estar en los 300 metros cúbicos mensuales. Si se carga el valor en litros (300.000) se desvirtúa la totalidad de la información. Incluimos en este segmento, también los errores en “ceros” de la carga de los precios. Por ejemplo números que superan los $1.000 por litro, valor al que llegaremos, seguramente, en el futuro, pro que todavía no están vigentes.
  7. Como conclusión, un sistema arduo e inútil para todo el sector.

Pero como no nos gusta quedarnos solamente con la crítica, también proponemos una posible solución y para eso nos remitimos a la experiencia de otros países que resuelven el tema con buenos números de calidad estadística.

En Estados Unidos, por ejemplo, el país está dividido en zonas (PADDs) que se pueden observar en la siguiente figura:

En el caso de nuestro país sería perfectamente posible ya que se encuentra regionalizado para otras cuestiones.

Así, se podría implementar un sistema con las regiones ya definidas: Noroeste Argentino (NOA), Noreste Argentino (NEA), Centro, Cuyo, Buenos Aires (sin AMBA), AMBA y Patagonia.

Reconocemos que esta división política no es oficial pero se puede crear ad-hoc para estos fines.

El siguiente paso sería determinar para cada región una cantidad de estaciones de servicio que puedan representar, en condiciones estadísticamente aceptables, a la totalidad de cada zona.

Con estas estaciones, un universo ya manejable, se debiera establecer una relación reglamentaria y contractual que las obligue a la información periódica. Como el universo es mucho más chico también se favorece el control de forma tal que la información recabada sirva a los efectos de determinar políticas sectoriales, a la vez que también tenga utilidad para la actividad privada.

En USA el nivel de información de escala más detallada es semanal y se recaba todos los lunes de cada semana. No se escatiman los canales de contacto que se realiza.

El siguiente texto es una traducción de parte de las disposiciones escritas en la página web de la UE Energy Information Administration:

“Para la muestra de puntos de venta que seleccionamos para la Encuesta de precios de combustible diésel en carretera, recopilamos precios semanales por teléfono, correo electrónico, mensaje de texto, fax, encuesta web o recuperación manual de los sitios web de la empresa. Todos los precios recopilados están sujetos a controles de error automatizados durante la recopilación y el procesamiento de datos. Verificamos los datos marcados por posibles errores con los encuestados. Usamos la imputación (un proceso de reemplazo estadístico) para predecir los precios de los puntos de venta que no se pueden alcanzar durante la recopilación o validación de datos.”

Como se observa, el nivel de detalle y técnica estadística es importante.

CONCLUSIÓN

Se debiera trabajar para modificar la Resolución 1104/2004 de forma tal que la obtención de datos periódicos de estaciones de servicio sea útil para los actores del sector.