Se opina sobre un proyecto que no fue presentado oficialmente en el Congreso Nacional y que, teóricamente, viene a llenar el vacío que va a provocar el vencimiento de la Ley vigente hasta principios de mayo.
Y decimos teóricamente porque, a nuestro entender, se trata de un retroceso sobre una política de promoción que debiera ser «de Estado», esto es, consensuado por todos los partidos, congruente y con continuidad en el tiempo.
Pero nos referíamos a una «inexplicable posición» porque se trata de la opinión del presidente de Rosario Bioenergy, una de las empresas PYME del sector, publicada en el portal «Ámbito»:
En la nota se alaba el nuevo proyecto diciendo que «es una versión mejorada de la actual».
Sin embargo, el proyecto de Ley establece un corte mínimo de biodiesel en el gasoil del 5% fijando un valor que es significativamente menor a los niveles de corte a los que había llegado y que deben ser tomados como nuevo mínimo. Un 10%, por ejemplo.
Consultado el opinante sobre el tema resalta el carácter de mínimo del porcentaje y no menciona que el mismo proyecto establece que «la Autoridad de Aplicación podrá disminuir es porcentaje hasta el 3% ante situaciones de incremento en los precios de los respectivos insumos básicos que distorsionen el precio en el surtidor y la composición proporcional que tiene el biodiesel en el mismo o ante situaciones de escasez de oferta por parte de los sujetos promocionados».
En primer lugar, en contraposición al opinante, podemos decir que el proyecto permite bajar el corte (explícitamente), pero no subirlo. Por más que el corte sea mínimo, no estaría de más que la ley permita a la Autoridad de Aplicación subirlo, así como lo hace para bajarlo. Lo que prima es el espíritu, y el de este proyecto parece que fuera bajar el corte, no subirlo.
En segundo lugar parece que, si sube el valor del biodiesel, hay que revisar toda la política. ¿Y cuando sube el valor del petróleo crudo? Se suben los valores de los combustibles en el surtidor.
¿Qué se promociona con este párrafo? El uso de petróleo crudo.
No se entiende, como no se entiende la opinión del presidente de esta PYME que quizás, no tuvo en cuenta el siguiente factor.
La producción total de todas la empresas PYME del sector alcanza a, aproximadamente, un millón de toneladas anuales. Esto cubre un corte de 10% del volumenes de gasoil comercializado en el marcado interno argentino.
Si baja el corte al 5%, ¿las empresas PYME van atrabajar al 50%? Hay algo que no cierra.
Desde todohidrocarburos.com hemos opinado que el vencimiento es inexorable y que la única forma de resolver, momentáneamente el problema es establecer una prórroga que permita analizar el tema con detenimiento y sobre todo definiendo los objetivos que debe tener la nueva ley. Claro que hubo 15 años para hacerlo …
La anterior promocionaba la actividad. ¿Es lo que el país quiere o necesita?
Mejor olvidarse de la parte económica. Nunca se van a poder compatibilizar precios de dos «commodities» que se mueven por mercados totalmente distintos. Se acepta por cuestiones ecológicas o se decide ir por otro lado.
Por último recordemos que los refinadores aceptaron, sin más, las reducciones de aromáticos totales y de benceno en particular, que se establecieron por cuestiones ambientales y de salud de los operadores de estaciones de servicio.
¿Porqué este caso no?