Desde que pasaron (parcialmente en el mundo) los efectos de la pandemia, el precio del petróleo crudo comenzó a crecer.

Si hacemos una cronología de los hechos desde el comienzo de la crisis, nos encontramos con lo siguiente:

  • El 27-02-2020 el WTI cotizaba a 47,38 u$s/bbl
  • Un mes después, ya con problemas en el hemisferio norte, el valor era de 22,16 u$s/bbl el 27-03-2020
  • El 27-04-2020 había descendido a 14,285 u$s/bbl, casi el valor más bajo si desechamos el negativo del 20 de abril que demostraba que el productor estaba dispuesto a pagar para que se llevaran el crudo a almacenar.
  • La posterior, y lógica, crecida se produce hasta principios de julio con un valor de 40,18 u$s/bbl, apenas un 15% menor al valor de inicio.
  • El amesatamiento posterior sigue hasta noviembre de 2020, que en el día 10/11/2020 registra un valor de 40,62 u$s/bbl.
  • Y ahí se produce la primera subida importante que llega a superar el valor inicial. El 26 de febrero de 2021 el crudo cotiza a 62,605 u$s/bbl, un 32% mayor a un año atrás.
  • Recordemos que, en el ínterin, se produjeron acciones de la OPEP para reducir la producción y tratar de paliar la importante caída.
  • El valor se mantiene más o menos estable hasta fines de abril, donde comienza una nueva escalada que nos lleva hasta el actual 70 u$s/bbl, un 12% superior al “escalón” de abril y un 72% mayor al de mediados de 2020.
  • Según los expertos, todo parece indicar una subestimación de la oferta sobre el comportamiento de la demanda que es absolutamente más elástica que la primera. Seguramente se tardará algunos meses en lograr el equilibrio, siempre que alguna nueva causa exterior no perturbe el comportamiento del mercado.