Primera reflexión: ¿Por qué no? Si hasta no hace mucho tiempo se mezclaba 10% de biodiesel en gasoil y ahora, por “resguardo” de una Ley “sanadora” se lo hace solamente en el 5%.
La capacidad de elaboración está presente ya que, salvo algunos que, directamente, dejaron de trabajar, la gran mayoría de empresas lo siguieron haciendo con un nivel de utilización cercano al 50%.
El precio no debiera ser modificado porque, quien puede trabajar al 50% de capacidad, con rentabilidad positiva, puede hacerlo con mejor ganancia al 100%.
Hasta se podría negociar alguna rebaja (productores de biodiesel no nos maten).
¿Algún problema técnico? En el caso del biodiesel, ninguno. En el caso del etanol, aumentar sobre el 10% ameritaría un análisis particular, aunque las soluciones técnicas están disponibles.
En grandes números, el aporte que significaría aumentar el corte en el gasoil con biodiesel sería de, aproximadamente, 50.000 toneladas mensuales (unos 57.000 m3).
Un aumento del 5,1% de la oferta de gasoil.
La importación de gasoil se paga a razón de 850 dólares por metro cúbico, por lo que el ahorro de divisas sería de 48.450.000 dólares mensuales.
No es poco.
Los refinadores tienen poco margen para la protesta. Tienen que abastecer el mercado o dejar que otros lo hagan.